frases cristianas de consuelo y convencimiento

Colección de frases para enviar a un amigo, adjuntar en un presente, citarlas personalmente en una ocasión adecuada o compartirlas en las redes sociales con cualquier persona.
Cosas lindas y estimulante que ayudan a comprender lo afortunados que somos en esta vida por lo que recibimos del Señor.

Cada respirar es un milagro, cada minuto que pasa es una oportunidad y cada vida un tesoro que nos entrega Dios.

Vive cada segundo y ayuda a que cada cual descubra las bendiciones del Señor.

 Tener un lugar a donde ir es tener un HOGAR, tener a quiénes amar es tener una FAMILIA, tener ambas es una BENDICIÓN de Dios.

El mal no descansa, pero el bien nunca se cansa y Dios siempre está alerta!
 Antes de ir a dormir agradece a Dios y encomendarte a él por qué no hay lugar más perfecto qué estar en las manos de Dios.
 Con la fe podrás mover montañas, luego que Dios haya movido tu corazón por el AMOR.
 Nunca eres tan grande, como cuando te arrodillas delante de Dios.

La FE es más fuerte que el temor, el temor solo cuenta con nosotros los humanos, la fe siempre cuenta con DIOS.

La evidencia más grande de que Dios está contigo, es que puedes respirar y tienes a alguien en tu vida que te ama.

 Persiste, sigue adelante y no te desanimes, pues con Dios no hay lucha sin transpiración, así como no hay esfuerzo sin compensación.

No amamos a alguien por su apariencia, ropa, sus prendas o por el dinero que posee, amamos a alguien cuando la canción que canta su corazón, podemos oírla y comprenderla.

Escucha para que puedas entender, entiende para que puedas creer y cree para que puedas vivir en paz.

Señor enséñame a ser generoso, a dar sin calcular, a devolver bien por mal, a servir sin esperar recompensa, a acercarme al que menos me agrada, a hacer el bien al que nada puede retribuirme, a amar siempre gratuitamente y trabajar sin preocuparme del reposo.

Al abrirse una herida también se abren los ojos y a veces se cierra el corazón. Al cerrarse la herida queda una cicatriz, pero ya no hay motivos para no abrir las ventanas del alma de nuevo.

Hasta qué no lo entregues todo, Dios no te llenará del TODO.